Barbarian: The Ultimate Warrior

Título : Barbarian: The Ultimate Warrior
Año : 1987
Desarrolladora : Palace Software
Plataforma : Commodore 64, Acorn Electron , Amiga, Amstrad CPC, Apple II, Atari ST, BBC Micro, PC  y ZX Spectrum
Género : Lucha

Los videojuegos desde su creación, se han ido perfilando poco a poco, hasta llegar a lo que son hoy en día. Al igual que otras disciplinas artísticas, donde predomina la creatividad, los juegos, al igual que cine, teatro o literatura, están en constante cambio.

Esto ha hecho que podamos encontrar casos muy curiosos dentro de cada género, por ejemplo, en de la lucha. Street Fighter II marcó el camino a seguir y supuso una verdadera revolución, pero hasta su llegada se  probo y experimento, dando por el camino cientos de juegos que quisieron innovar de una manera u otra. Barbarian fue uno de esos experimentos, que si bien no cuajo como estándar, dio como fruto un juego que es recordado hoy en día. Y quien sabe si Soul Edge no debe mucho a este antecesor.

En una época donde lo normal era encontrarnos juegos de lucha protagonizados por artistas marciales de toda índole, Palace Software se atrevió a sacar un titulo donde los protagonistas serian dos barbaros, que directamente batallarían a muerte. La frase «rodaran cabezas» iba a ser algo más que una simple expresión en este título.

Es cierto que no fue el primero en ofrecernos una lucha con armas, mucho antes hubo juegos que nos ofrecía eso ,por ejemplo teníamos Swordfight  de Sunshine donde éramos dos mosqueteros, Champion Kendo de Sega donde practicábamos el kendo olímpico o Knight Games de English Software, donde directamente participábamos en justas medievales. No obstante, Barbarian: The Ultimate Warrior si fue el primero en mostrar cómo sería una lucha con armas real. Las espadas bien afiladas cortan, así que es lógico que salgan cabezas volando.

Knight Games de English Software

Y es que Steve Brown, creador de otras dos obras maestras como fueron Cauldron y Cauldron II: The Pumpkin Strikes Back, quería representar en pantalla lo que había leído en los comics de Conan, el bárbaro. Enamorado de los dibujos de  Frank Frazetta, otro gran artista, Brown deseaba llevar esos  mundos de espada y brujería a Commodore 64, incluyendo toda la sangre y violencia que se veía en los comics. Algo que como veremos más adelante, le causo algunos problemas.

Steve tenía claro que tenía que representar a los barbaros de la manera más realista, así que se puso manos a la obra. Basándose en las novelas de  Robert E. Howard, creador de Conan, y como no en la película, de ahí saco el movimiento decapitado, se grabo a si mismo practicando movimientos de esgrima con una espada de madera. De hecho, el mismo cuenta que casi se saca un ojo con la espada durante las grabaciones.

Luego, con unas laminas de plástico que ponía encima del televisor, iba marcando el movimiento de la espada, para esta manera, saber cómo se movía y poder plasmarlo de la manera más realista. Luego con su equipo, pasaba aquellos movimientos al ordenador, pixel por pixel, en toda una labor de programación. Recordemos, todo ello para plasmar lo que había visto en cine y en comic. La cuestión es, ¿ lo consiguió?

Pues obviamente sí, pues de ser de otra manera, no estaríamos hablando de este juego aquí. Gracias a la gran labor de Steve Brown y su equipo, Barbarian: The Ultimate Warrior, fue el simulador de bárbaro definitivo. De hecho, si no fuera porque no podían usar la licencia, podía haber pasado por una aventura mas del cimmerio, pareciendo el argumento calcado de uno de los comics, cosa que Brown negó. Siempre reconoció de las fuentes de las que bebió.  Es mas, los sonidos se capturaron de la película Red Sonja .

Lo habitual es acabar así las peleas (Commodore 64)

En una tierra lejana, el malvado mago Drax ha secuestrado a la bella princesa Mariana. Solo un héroe aguerrido y valiente, será capaz de derrotar a los ocho barbaros, sicarios de  Drax, y al mismísimo mago, para salvar a la princesa. Una tarea muy peligrosa, pues los combate serán a muerte, pudiendo quedar solo uno. Esta era la excusa argumental, que nos proponía el juego. Eso si queríamos jugarla, pues teníamos dos modos. Una carga era exclusivamente luchar a muerte contra otros bárbaros, sin excusas que valieran, decapitando a uno tras otro, siendo este modo el que aceptaba dos jugadores. La otra carga, era el modo historia, donde si derrotábamos a los ocho guerreros y al mago, salvábamos la princesa. Aun así los modos de juego, exceptuando la historia, eran iguales. La única diferencia, la primera carga los escenarios eran bosques, la segunda eran una mazmorra.

De todos modos como se disfrutaba este juego era en el modo dos jugadores. Liarse a espadazos e intentar decapitar a tu rival, es algo que no tiene precio. Tardes y tardes, incluso hoy, pueden pasar volando, gracias a su rápida jugabilidad. Con un solo botón y moviendo el jostick hacia un lado y otro, hacemos una gran cantidad de movimientos, fáciles de ejecutar todos ellos.  Decapitar es algo tan sencillo como moverse hacia atrás y pulsar botón de acción a la vez, matando a nuestro enemigo en un segundo, si pillamos bien su gaznate. Y es que realmente esta era la gracia del título y lo que llamaba la atención.

Las batallas son entre barbaros y actúan como tales. Nada de saludos marciales ni de cumplir normas. Es una batalla a muerte y solo ganara el mas rápido o el mas bruto. Espadazos, cabezazos y patadas están a la orden del día. Cosa que como podéis imaginar, se saldo en varias críticas, que acusaban al juego de ser demasiado violento y explicito y eso que realmente no se veía nada, solo una cabeza volando por el cielo. De hecho, el juego se tomaba con humor las muertes, pues un goblin cogía el cadáver del vencido y entre risas, se lo llevaba del campo. Aunque curiosamente, lo más criticado fue la portada.

¡Muere maldito! (Amiga 500)

Y es que Psygnosis, lanzo un poco antes un juego llamado Barbarian, igual que este y que obligo a que se llamara Barbarian: The Ultimate Warrior. Steve Brown, que desde los inicios estuvo dando vueltas a que tenía que poner como caratula, sabía que tenía que diferenciarse de su competidor en algo más que en el nombre. necesitaba algo que impactase y no se le ocurrió mejor idea que usar modelos reales en lugar de un dibujo. Según sus mismas palabras, los dibujos de las portadas de la época eran » bastante pobre». Así que contrato a Michael Van Wijk, vistiéndole como un autentico bárbaro y a María Whittaker, que hizo posar con un sugerente bikini. El problema estaba en que María era modelo de glamour y había posado en topless para el diario The Sun, siendo todo un mito erótico de la época.

Las asociaciones de padres no tardaron en poner el grito en el cielo, acusando a la compañía de usar a la mujer como reclamo sexual y de calificar la portada como pornográfica, cuando la chica posaba en bikini. La cosa no llego a mas, pero sin duda esta polémica fue de aquellas que en lugar de ayudar a perder ventas, hizo que ganara mas. Es más, al año siguiente María protagonizaría el juego Maria Whittaker’s X-Mas Strip Poker, pero eso es otra historia.

La portada de la polémica

La cuestión es, pese a que el juego estuvo envuelto de cierta polémica, la verdad es que fue un gran titulo de lucha que causo furor en su momento y un éxito tanto de ventas como de crítica. todo el mundo elogiaba sus gráficos y sobre todo lo divertido que era, gracias a su sencillo control y jugabiliad. En apenas unos segundos, se hacia uno con los controles.

Como es de esperar, el éxito se tradujo en versiones para todas las plataformas del momento. Acorn Electron , Amiga, Amstrad CPC, Apple II, Atari ST, BBC Micro, PC  y ZX Spectrum, tuvieron su port correspondiente, siendo casi todos ellos muy cuidados, a veces bajo el nombre de Death Sword. Adaptando cada versión a las posibilidades de cada sistema, la de ZX Spectrum, es realmente meritoria, siendo la que mas triunfo en nuestro país. Curiosamente las versiones de 16 bits, son las más pobres, teniendo mejores efectos de sonido y escenarios, pero los personajes se notan que solamente son un rescalado de los originales, en lugar de volverlos a dibujar de nuevo, perdiendo parte de la gracia.

Aun así, en la plataforma que sea, Barbarian: The Ultimate Warrior, es un juego que sigue siendo disfrutable y divertido hoy en día. Si queréis hacer un torneo rápido con amigos, de hecho algunos eventos lo han hecho, es una alternativa muy válida, que os dará todo una tarde de diversión. ¡Que le corten la cabeza!