Título: Gran Turismo 2
Año: 1999
Desarrolladora: Polyphony Digital
Plataforma: PlayStation
Género: Carreras
Que levante la mano quien no ha soñado, mínimo una vez en su vida, conducir un bólido a toda velocidad por un circuito de carreras. Un sueño difícil de realizar. Afortunadamente tenemos los videojuegos, esa vía de escape que nos permite realizar hazañas imposibles, dudo que nadie que lea estas líneas, se dedique a rescatar princesas o a salvar la tierra de malvados invasores en su tiempo libre.
Desde el primigenio Speed Race de Taito, pasando por el inmortal OutRun, hemos tenido centenares de juegos de conducción. Y es que ponerse al volante de un deportivo, es difícil que no atraiga. Con el tiempo, gracias a que la tecnología lo permitía, los juegos de conducción fueron especializándose, pasando de ser puramente árcade, conducción no realista en ningún sentido, a ser una simulación en toda regla, ahí tenemos títulos, como Grand Prix Legends. Aunque sin duda, durante mucho tiempo la saga reina de la conducción fue Gran Turismo, siendo su segunda parte, una de las más recordadas y queridas por los fans.
Y no es para menos, Gran Turismo 2, cogió todo lo bueno de la primera entrega, lo mejoro a niveles exponenciales y añadió una cantidad de pistas y coches brutal. De hecho, esa ha sido la estrategia a seguir por Polyphony Digital durante toda la franquicia. Ofrecer más y mejor.
Lo que nos ofrece Gran Turismo 2, por si hay alguien que no conozca este juego vende consolas, es una conducción lo más realista posible, dentro de las limitaciones que ofrecía Playstation, de la gama de vehículos considerados Gran Turismo, aunque también teníamos utilitarios de marcas como Ford, Chevrolet, Nissan, Subaru, Shelby, Honda, Renault, Mitsubishi, Ruf, Lister, Mini, MG, BMW, Toyota, Lotus, Opel, Fiat, Volkswagen, Peugeot e incluso, prototipos y la gran novedad de esta entrega, vehículos de rally. En total, teníamos alrededor de 600 coches disponibles, de 36 fabricantes diferentes, los cuales podremos conducir en un total de 27 pistas de carreras, incluyendo pistas de rally.
Aunque ponerse a los mandos de uno de estos vehículos no es tan fácil como llegar, escoger coche y pista, pues como la propia lo definía Polyphony Digital, es un Real Driving Simulator. El juego venia en dos CD totalmente diferenciados. Por un lado teníamos el modo Arcade, donde teníamos menos vehículos y pistas para escoger desde un inicio, pero a cambio podemos competir contra un amigo o ponernos al volante directamente. El otro CD es el verdadero corazón del título, el modo GT. Este modo es donde podemos labrarnos una carrera como jugador, desbloquear pistas y coches, que luego podemos utilizar también en el modo arcade.
El modo GT, para empezar nos obliga a sacarnos una serie de carnets si queríamos participar en las carreras. En total son seis, A, B, Internacional – C, Internacional – B, Internacional – A y Exelente. Estos carnets se consiguen superando una serie de pruebas, cada vez más difíciles, como son por ejemplo, frenar en una distancia determinada, hacer un circuito en un tiempo estipulado o esquivar derrapando una serie de obstáculos. Una vez tengamos nuestro primer carnet, ya podremos hacer nuestras primeras carreras, adquiriendo nuestro primer coche.
Los distintos vehículos del juego no están disponibles desde el inicio, los tenemos que ir comprando con créditos del juego, que conseguimos al superar carnets, desafíos y carreras. Aun así, el juego nos proporciona un buen puñado de créditos para que podamos como mínimo hacernos con un coche y modificarlo, que es otra de las gracias del juego. Todos los vehículos pueden ser modificados a nuestro antojo, ya sea mejorando potencia, estabilidad o aligerando su peso para que tener mejor aceleración. Lógicamente, cuanto mejor sea el vehículo o la mejora, más créditos costara. Así que tendremos que escoger con cabeza, que coche queremos y que modificación necesitamos, o nos arruinemos en poco tiempo. Además de que cada circuito tiene sus propias características y nos pedirán unos mínimos para entrar, ya sea potencia, tipo de vehículo o incluso tipo de carnet. Para algunos podremos entrar con el carnet básico y otros, requerirán el nivel más alto, siendo totalmente necesario sacarse los carnets lo antes posible además de tener varios vehículos en el garaje.
Cada carrera se hace en igualdad de condiciones, y al haber tantos vehículos disponibles no todos pueden entrar en la misma carrera. Sería ilógico hacer competir un coche de 60 CV contra uno de 160 CV, al igual que un deportivo no está hecho para competir en rally. Y es que en Gran Turismo 2 prima sobre todo el realismo. No es lo mismo conducir un coche con tracción trasera que una delantera que un 4×4, al igual que no es lo mismo ponerse al volante de un SLK230 Kompressor que un Peugeot 205. Cada vehículo tiene sus propias físicas, notándose el peso, dirección e incluso aceleración. Polyphony Digital hizo hincapié en que cada vehículo fuese diferente y se nota. Aunque no llega a la perfección de ser una simulación totalmente realista, hubiese sido imposible para Playstation, la verdad es que esta muy conseguida, siendo sin dudas, el mejor juego de conducción para la consola de Sony.
Al hacer hincapié en temas como la física o la gran cantidad de coches, es gráficamente donde el juego más se resiente. No por mala calidad, sino porque poca diferencia existe con el primer Gran Turismo, aunque lo cierto es que el primero ya tocaba techo en este apartado, siendo imposible mejorar más, sin excederse de lo que podía la consola. Mas contando que tampoco se puede innovar mucho en un tipo de juego así, solamente mostrar con más detalle los coches y circuitos. El punto más criticable en ese sentido, es que los vehículos no se dañan si se dan contra una pared, pero por lo visto esto fue imposición de las marcas que no querían que se mostrase ningún daño en sus vehículos.
En tema sonoro, aparte de que el motor se escucha de una manera totalmente realista, notándose cilindrada, Polyphony Digital tiro la casa por la ventana, incluyendo temas de grupos como Rob Zombie, The Cardigans, Garbage, Foo Fighters o Beck. Desgraciadamente, la versión PAL estuvo claramente por debajo teniendo menos temas que la NTSC. La versión japonesa, por su parte, tuvo banda sonora compuesta exclusivamente para el titulo.
Si Gran Turismo fue el juego más venido de Playstation y uno de los que puso la consola sobre la mesa, esta secuela fue el refinamiento de una formula, que subió aún más el listón, siendo todo un ejemplo de lo que tiene que ser una secuela. Mejorar fallos, ofrecer más contenido e innovar sin perder en ningún momento el espíritu del original. Una joya que todo poseedor de la consola de Sony debe tener en su estantería.
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