Congo Bongo

Titulo : Congo Bongo
Año : 1983
Desarrolladora : Sega
Plataforma :  Arcade
Genero :  Plataformas

Cuando algo tiene éxito, no es extraño que se intente copiar. Muchas de esas copias solo buscar sacar dinero rápido, mediante la fama del original , aprovechar el tirón del momento, simplemente intentar saciar las ganas de mas que tienen los usuarios o ofrecer productos mas asequibles a los consumidores.

Esto hace que estas copias se desarrollen deprisa y corriendo, con prisas, sin comprobar si ese producto es bueno o malo. Solo se quiere sacar el mayor dinero posible mientras dure la moda y después ya se verá.

Si esto es habitual en moda, cine o series, en los videojuegos es el pan nuestro de cada día. Hoy en día no tanto, porque los juegos requieren un tiempo y dinero elevado, debido a los altos costes de producción que estos tienen. Pero antaño, cuando los juegos podían ser desarrollados por equipos pequeños y la inversión era mínima, pululaban los clones e incluso las copias sin licencias.

No era extraño ver ports horrorosos y descubrir que realmente no estaban licenciados.  El caso más claro lo tenemos con PONG, que rápidamente fue copiado por multitud de empresas y todas ellas se pelaban por ser dueños de la licencia. También tenemos al gran Donkey Kong, que contó con clones que incluso intentaban engañar a los usuarios con nombres como Crazy Kong, Konkey Kong o Donkey King.

La mayoría de estos juegos eran copias descaradas que plagiaban sin ningún pudor el juego original e incluso algunos copias piratas directamente. Eran juegos sin alma alguna, que solo buscaban engañar a los jugadores y sacarles el dinero.

Una de las copias piratas de Donkey Kong

Por suerte, siempre hay gente que se preocupa por sus creaciones y aunque se inspiran en esos grandes títulos, intentan darles su propio toque. El giro de tuerca necesario para seguir la idea original pero a la vez ofrecer cosas nuevas. Curiosamente, en el  caso de Donkey Kong, fue la propia Sega la que tuvo que enseñar a los demás que era posible usar la idea original de Nintendo sin necesidad de hacer copias malas y descaradas.

La que durante muchos años fue considerada rival de Nintendo, fue la que nos demostró que Donkey Kong podía dar mucho más de si, creando juegos originales en base la idea que Miyamoto ideó. Congo Bongo en ningún momento esconde su principal inspiración, pero nos ofrece las suficientes novedades para considerarlo algo más que un simple clon.

El argumento es bastante similar al de Donkey Kong, aunque dándole un divertido giro. Aquí somos un explorador que debe ir detrás de un gorila, pero no porque nos haya secuestrado a la novia. El motivo de la persecución es simplemente la venganza, pues mientras dormíamos en nuestra tienda en mitad de la selva, el gracioso del gorila nos prende fuego por pura diversión. Ahora nos tocara a nosotros hacerle lo mismo y así devolverle la jugarreta.

A partir de ese momento, se iniciara una persecución por la selva, hasta encontrar donde duerme el mono y así de esta manera poderle prenderle fuego a él. Y aquí es donde encontramos el primer cambio, cambiamos el escenario urbano por uno selvático.

¡Maldito Gorila! Nos la pagara

Otro cambio será la perspectiva. En este juego no será frontal, si no isométrica. Esto nos cede más libertad de movimiento, pues podremos ir en ocho direcciones y no solo en dos. Esto da más variedad al título. Pues ya no solo podremos esquivar los obstáculos saltando, si no también moviéndonos de manera lateral. Pues al igual que en Donkey Kong, el gorila nos ira lanzando cosas, en este casos cocos.

Lo malo es que la perspectiva cenital no solo jugara en nuestro favor si no en el suyo. Pues lo cocos irán rebotando por el escenario, siendo difícil a veces adivinar por donde podrán ir. Lógicamente, no será tan sencillo como ir caminando en línea recta. El gorila esta encima de un montículo y tendremos que ir accediendo. Para ello podemos ir saltando o escalando por los diferentes riscos.

Eso sí, tendremos que ir con cuidado, pues podemos caer por un barranco o por una cascada. Así que tendremos que ir con cuidado de cuando y como saltamos, no sea que caigamos por un agujero o nos habrá la cabeza un coco. Una vez alcancemos al gorila pasaremos a la siguiente pantalla y el juego dará un giro repentino. Pasaremos de una clara mecánica tipo Donkey Kong a un plataformas más clásico.

Cuidado con los alocados rinocerontes

El objetivo será el mismo, pero tendremos que esquivar en esta ocasión a varias serpientes mientras intentaremos  acceder al gorila. Para ello tendremos que ir saltando entre varía plataformas mientras intentamos no caer al agua ni ser mordidos por las serpientes. Lo curioso es que a partir de esta pantalla, todas las fases serán planas y no habrá mas escaladas.

La tercera pantalla de nuevo tendremos otro cambio repentino, aquí no será saltar. Aquí deberemos esquivar mandas de rinocerontes, para ello solo disponemos de nuestros reflejos y de unos agujeros en el suelo, donde nos podremos refugiar.

Por último la cuarta pantalla, de nuevo nos ofrece otra jugabilidad, esta vez basada en otro clásico, Frogger. Tendremos que cruzar un rio, para ello tendremos que saltar sobre tortugas e hipopótamos. Una vez alcancemos al gorila este recibir su castigo y el juego se iniciara de nuevo, con una dificultad mas elevada, como era costumbre en la época.

Este juego muchas veces ha sido acusado de ser un mero clon de Donkey Kong, pero como podemos ver es falso. Es cierto que se baso en esa idea, pero tiene su propio estilo. De hecho la única parte que más se parece a Donkey Kong es la primera fase, después el juego coge su propio ritmo.

Mapeado con todas las zonas del juego

Si obviamos ese detalle, nos encontramos con un arcade muy divertido, directo y con un control excelente. Además cuenta con unos gráficos muy buenos, incluso a día de hoy continúan siendo simpáticos y han envejecido muy bien. Las animaciones son muy divertidas y los personajes muy carismáticos, en pocos segundos nos encariñamos con el explorador.

El único fallo de este juego es su corta duración, apenas cuatro pantallas y una vez controlemos el juego en apenas veinte minutos podemos terminarlo. Por otra parte, hemos de pensar que era un arcade y que en la época no eran muy comunes los juegos largos. A más hay que contar que cada vez es más difícil, así que tenemos diversión , pues el juego nos pica para que sigamos una vez tras otra.

Realmente no estamos ante una de las grandes joyas del videojuego, no es un juego que revolucionara en su época, pero sin duda estamos ante un  gran juego. Sigue divirtiendo a día de hoy, a envejecido la mar de bien y es todo un ejemplo de que como eran los arcades de la época. Totalmente recomendable si se quiere pasar un rato divertido sin complicaciones y de paso descubrir un pequeño pedazo de historia del videojuego.