Halley Wars

Titulo : Halley Wars
Año : 1991
Desarrolladora : Taito
Plataforma :  Game Gear
Genero :  Shoot ‘em up

Taito fue durante muchos años una de las grandes, sobre todo en el terreno de los arcades. En este ámbito incluso podemos decir que llego  a inventar el género del matamarcianos con su Space Invader, si obviamos al primitivo SpaceWar!

Lógicamente, este primer Shoot ‘em up poco tendrá que ver con los últimos. Solamente podíamos movernos de izquierda a derecha, el scroll era fijo y solo había un tipo de enemigo. No obstante, definiría los elementos principales del género; ambientación espacial, enemigos extraterrestres y un protagonista consistente en una nave espacial.

Con los años el género fue evolucionando, implementando nuevas mecánicas y multitud de mejoras. Puede que Taito perdiera el reinado del género, pero por otra parte este se iba haciendo cada vez más famoso entre los jugadores y convirtiendo en un genero imprescindible en los recreativos.

Como es de esperar, este éxito en recreativos se tradujo en conversiones para todos los sistemas domésticos. Desde microordenadores a consolas, todos tuvieron versiones de títulos arcade e incluso títulos propios.

Y si las consolas de sobremesa tenían sus propios shoot ‘em up, las portátiles no podían ser menos. Podemos pensar que eran de calidad menor, y en algunas ocasiones era así, pero como demostró Taito, en otras era juegos de gran calidad.

Halley Wars, era uno de estos juegos. Este remake del éxito recreativo Halley’s Comet, era todo un ejemplo de cómo debía ser un shoot ‘em up de naves espaciales, que respetaba todo los cánones del género pero a la vez era bastante novedoso para atraer a los jugadores.

El argumento es sencillo, en pleno siglo veintiuno, el extraterrestre Lord Halley decide conquistar la tierra. Para ello envía al ataque una horda de naves y lo más peligroso, meteoritos dirigidos a estrellarse contra el planeta tierra.

Uno de de los meteoritos enviados contra al tierra

Como última esperanza para la humanidad, debemos derrotar al enemigo invasor y evitar que los meteoritos destruyan el planeta tierra. El clásico argumento del género, siendo este una mera excusa.

Aunque en esta ocasión juega algo más que ser una mera excusa, pues aparte de lo enemigos deberemos tener cuidado con los meteoritos. Normalmente, en la mayoría de shoot ‘em up, podemos esquivar los enemigos.

Es una táctica un poco suicida, pues moriremos rápidamente, pero podemos hacerlo. En cambio en este juego como se nos ocurra hacerlo, supondrá nuestra perdición a la larga. Hemos de recordar que Lord Halley está lanzando meteoritos a la tierra, así que no destruirlos equivaldrá la destrucción de nuestro planeta.

Si vamos esquivando enemigos y meteoritos, se ira incrementando un porcentaje de daño a la tierra. Si este porcentaje llega a cien, el juego se acabara inmediatamente. Lo peor de todo es que dicho daño no se irá reduciendo al pasar de pantalla.

Si al acabar una fase tenemos un 10% de daño, en la siguiente fase seguiremos teniendo ese daño. La única manera de bajar ese porcentaje será acumulando puntuación, por cada 2000 puntos reduciremos un 1%.

De todas maneras, no os preocupéis, pues morir por este motivo es harto difícil. Si jugamos bien y eliminamos la mayoría de enemigos, apenas subirá ese daño. Además, con la puntuación que iremos consiguiendo de ir matando enemigos, el daño ira bajando.

Si hacemos las cosas medianamente bien, lo normal es tener entre un cinco y un diez por ciento durante toda la partida.

Aparte de este detalle, el resto del juego es un matamarcianos de lo más convencional. Decenas de enemigos diferentes, ambientación espacia y enemigos finales gigantescos.

Luchando en una base enemiga

Por supuesto también nos encontraremos los típicos power-ups, consistentes en mejoras de disparo velocidad y bombas. Una de las gracias del título es que las bombas servirán  a la vez de asistentes.

Mientras no las utilicemos, están se pondrán a nuestro lado y dispararan cuando lo hagamos nosotros. Hasta un total de cuatro bombas nos seguirán y dispararan a nuestros enemigos, ofreciéndonos un valioso fuego aliado.

Pero al utilizar el botón de lanzamiento de bomba, están volaran hacia la mitad de la pantalla, destruyendo a todos los enemigos que este en ella. O en el caso de ser un enemigo final, haciéndole mucho daño

En el resto de aspectos no innova demasiado, pero usa tan bien los convencionalismos que nos encontramos ante un juego que satisface a veteranos y novatos por igual. Y todo esto en una consola portátil, como es Game Gear.

El nivel técnico del juego es espectacular. Colorido, gráficos alucinantes y enemigos que ocupan media pantalla. Es increíble como un juego así puede caber en una portátil.

A más la cantidad de enemigos tampoco se queda corta, siempre habrá un mínimo de cinco elementos en pantalla, ya sean naves enemigas, meteoritos o rocas que deberemos esquivar.

En el aspecto grafico, el único aspecto criticable son los escenarios, pues básicamente estos son la galaxia y poco más. De vez en cuando nos encontraremos dentro de otra nave espacial, pero estas serán las menos.

El resto de apartados tampoco se quedan atrás, el sonido es excelente, ofreciéndonos músicas pegadizas que nos acompañaran sin molestar. Puede que no queden grabadas en nuestra memoria, pero cumplen su función a la perfección.

Uno de los gigantescos enemigos finales

Obviamente, todo esto no valdría de nada sin una jugabilidad a prueba de bombas. Y este juego es divertido hasta decir basta. Su excelente control, unido a una dificultad muy ajustada nos ofrece diversión sin límite.

Cierto es que este juego no puede competir con los grandes del género, pero hemos de ser consientes que este juego es de portátil y es todo un merito todo lo que consigue con un hardware tan limitado.

Totalmente recomendable si queréis echar una partidas a vuestro género favorito mientras esperáis el autobús, vais en metro o en cualquier lugar. La grandeza de este juego es coger  todo lo bueno de los matamarcianos y condensarlo en el mínimo espacio.

No será uno de los grandes, pero simples radica su éxito. Nos promete horas de diversión  y lo cumple con creces.