Shadow of the Beast

Título : Shadow of the Beast
Año : 1989
Desarrolladora : Reflections
Plataforma : Amiga
Género : Plataformas / Acción

Existen juegos que marcan una antes y un después tecnológicamente. Puede que no sean los mejores a nivel jugable o en control, pero son esos títulos que nada más verlos, uno se queda embobado delante del televisor o pantalla.

Tienen algo que entra directamente por los ojos, oídos o las dos cosas a la vez y hacen que queden extasiados, esos juegos que merece ponerlo en nuestro sistema solo para disfrutar de su banda sonora o sus gráficos.  El apartado técnico es tan grande en estos titulo, que son capaces de meternos en su propio mundo, en su historia, haciendo que perdonemos algunos pequeños pecados que no perdonaríamos a otros títulos.

Es el ejemplo de Shadow of the Beast. No es para nada un mal titulo, de hecho es muy bueno y todo lo hace lo hace de manera de soberbia. Aun así se ha de reconocer que si en su época impacto fue por sus gráficos y su música. En 1989 los usuarios de Amiga tuvieron la suerte de gozar con este título que exprimía de sobremanera el hardware de Commodore.

Hasta ese año Pygnosis había lanzado buenos títulos al mercado pero fue gracias al estudio Reflections que pudieron dar el do de pecho. A partir de ese momento, se empezaron a desmarcar de las demás y dar autenticas joyas como fueron Ork y Agony, que si bien no fueron desarrolladas por Reflections, este estudio marco el camino a seguir.

La calidad gráfica de los escenarios es impresionante

Y es que en ese momento trabajan grandes artistas en la empresa como eran, Colin Rushby, Neil Thompson, Jim Bowers o Garvan Corbett. Gente que buscaba llevar al máximo el hardware a la vez que jugaban con los sentimientos del jugador. Influidos por el imaginario fantástico de la época, ya fueran revistas, comics, ilustraciones o libros, querían transportar esos mundos al videojuego. Y con Shadow of the Beast lo consiguieron.

Desde el principio, gracias a una fantástica intro, nos sumergimos en un mundo extraño y misterioso. Totalmente extraterrestre pero a la vez cercano. Podemos reconocer cosas de la tierra pero a la vez vemos formas extrañas, haciéndonos dudar si el juego transcurrirá en la tierra, en un pasado o un futuro lejano, en otra realidad o porque no, otro mundo. Todo esto nos la insufla una simple ilustración de Rogen Dean, que se ha de reconocer que es todo un artista.

La misma imagen que podemos ver en la caja del juego, la veíamos en pantalla. Esa ilustración junto a la fantástica música David Whittaker, que enfatiza el efecto, nos hace querer transportarnos hacia aquel lugar tan extraño y seguramente peligroso. A esto ayuda, también, el argumento que tiene el juego.

No es que destacar por ser original ni por ser demasiado adulto, al fin es una historia de venganza, pero esta tan bien narrada que sabe cómo hacer que el jugador se meta en la piel del personaje. En un mundo fantástico,  Aarbron es secuestrado por Maletoth, señor de las bestias. Este transforma al protagonista en una bestia sin cerebro, que obedece sin cuestionar toda orden que se le da. Con la ayuda de su ejército, en el cual se encuentra Aarbron en su forma monstruosa, consigue convertirse en un autentico tirano.

Todo el juego está lleno de detalles que le da vida

Años más tarde, Aarbron observa un sacrificio  en honor de Maletoth. Sus sacerdotes han matado un hombre en su honor, cosa que poco importa a nuestro protagonista es mas bestia que humano, yani siquiera recuerda su pasado. Hasta que algo se remueve en su interior al ver cadáver del hombre sacrificado. Ese hombre era su padre. El shock le hace recordar que el en una ocasión fue un niño y que las torturas de Maletoth le convirtieron en la bestia que es hoy en día. Así que jura venganza contra su señor y empieza una cruzada para derrotarlo.

Como podéis podido apreciar, la historia no es que sea demasiado original, aunque si tiene esa vuelta de tuerca que hace que nos suene a nueva, pero tiene algo que nos hace sentirnos identificados con el protagonista.  Además hace que entendamos el titulo a la perfección. La sombra de la bestia hace referencia a dos cosas. Una al propio Aarbron convertido en bestia y a Maletoth, que ha tenido bajo su sombra al pobre Aarbron. Durante años.

Durante todo el juegos, gracias  a sus gráficos y música, tendremos esa sensación de pesar. De estar atrapados en el cuerpo de una bestia, de haber sido torturado durante años. Aunque el juego es muy colorista, como veremos, la música y los escenarios, dan esa sensación de estar en un mundo decadente. Nos hace preguntarnos como seria antes de que Maletoth lo destruyera todo a su antojo y designios. Todo está como corrompido y deformado, haciéndolo tenebroso. Teniendo un toque de maligno incluso.

Y es que esa sensación se consigue gracias a los gráficos y sobre todo a los escenarios. Las animaciones son geniales y los enemigos son un prodigio del diseño, siendo muy variados y teniendo un punto entre orgánico y extraterrestre, algo muy parecido a lo que hacía H. R. Giger. Aunque este juego tira más hacia lo medieval, lo demoníaco y lo gore.

Son los escenarios los que sufren todo el peso del procesamiento gráfico. El juego contaba con hasta doce niveles de scroll parallax, algo nunca visto hasta entonces. Esto hace que los escenarios del juego no sean algo estático, tengan vida propia. Por ejemplo al principio de todo podemos ver una luna detrás de una nubes, a la vez que unas montañas al fondo, unos arboles detrás nuestro e incluso unos muros delante. Todos moviéndose a su propio ritmo, en lugar de ser fondos planos.

Pese a su belleza, el escenario estará lleno de peligros

Anteriormente habíamos visto fondos con mucho detalle, pero solían ser fondos o estáticos o formados por una sola imagen. En cuanto nos movíamos se movía todo a la vez. Aquí no, es más real. Respetando la perspectiva, lo que está más lejos se mueve más lentamente que lo que está más cerca.

Además los escenarios están llenos de detalles, que mas de una vez, nos hará desear poner la pausa para admirarlos. Y es que este es un juego se disfruta tanto como experiencia que como juego. Porque no solo los gráficos son excelentes, a banda sonora es sublime. La combinación entre gráficos y música la verdad es que te transportar a ese mundo extraño, digno de las mejores obras de fantasía.

Aun así, estamos hablando de un juego y como suelo decir, pese a que pueda ser una experiencia, si no es divertido, algo falla. Por fortuna y pese a que es el apartado más flojo del juego, comparado con el resto, la verdad es que un gran juego de plataformas y acción. No es quizás lo mejor que nos podía ofrecer Amiga en este sentido, pero la verdad es que como he comentado antes, gracias a la experiencia audiovisual, se le perdona algunos pequeños defectos.

No es que para nada sea un mal juego, todo lo contrario. Es muy variado y divertido, en todo momento nos ofrece un reto. El problema es ese, a veces el reto se vuelve demasiado difícil, convirtiéndose en toda una odisea acabar este juego. De contar con una dificultad más ajustada, estaríamos hablando de unos de los mejores juegos de Amiga, tanto técnicamente como jugablemente hablando.

De todas maneras, si echamos a un lado esta pequeña lacra, estamos ante un plataformas bastante innovador. Para empezar, el mundo es abierto, dentro de unos límites podemos ir donde nos dé la gana, dándonos la sensación de estar dentro de un mundo coherente. A través de pasadizos y puertas pasaremos del aire libre a mazmorras y grutas, tal como lo haríamos dentro de un mundo así. Y aunque al principio estamos perdidos, nada nos señala donde ir y que hacer, la verdad es que se agradece un poco no estar tan encorsetados y que todo sea ir del punto A al punto B.

La imagen de la intro, es sencillamente espectacular

Esto, unido a que los escenarios están francamente bien diseñados, hace que nos apetezca explorar ese mundo, a ver qué peligros y seres nos encontraremos. Suerte que Aarbron, al ser una bestia, tiene una gran fuerza y podremos derrotar nuestros enemigos con nuestros puños. Hasta que curiosamente, dando un toque de ciencia ficción al asunto, encontremos un arma de rayos a mitad del juego, dándole un ligero toque de shoot ‘em up y en los compases finales incluso convertirse en uno casi al cien por cien cuando encontremos el jetpack, para volver al final al plataformas puro y duro.

Y es que esto es lo que nos ofrece el juego, variedad, mucha variedad. Nos invita a explorar para encontrar objetos, resolver puzles o incluso mejoras de vida y fuerza. Cuando pensamos  que lo hemos visto todo, nos vuelve a sorprender. Ya sea con sus gráficos, música o jugabilidad. Por eso es una lástima que el dificultad reste enteros a esta experiencia.

Y es que pese a que el juego contó con adaptaciones para Atari ST, Amstrad CPC, Commodore 64, ZX Spectrum, Super Nintendo, Mega Drive, Master System, Atari Lynx, FM-Towns y PC-Engine TurboCD, conversiones en su mayoría bastante logradas, en Amiga es donde podíamos ver la potencia de la bestia.

Un juego que a incluso a día de hoy, sigue siendo un portento de la técnica, dejando maravillado a todo aquel que lo disfruta. No es de extrañar que se haya anunciado un reciente remake para la generación actual.

Que su alta dificultad no os tire para atrás. Shadow of the Beast es uno de esos títulos vitales para comprender lo que era capaz el Amiga y porque se ha convertido casi un sistema de culto. Este juego rompió moldes en su día y lo sigue haciendo todavía.