ActRaiser

Titulo : ActRaiser
Año : 1990
Desarrolladora : Quintet
Plataforma : Super Nintendo,
Género : Plataformas, Simulador de dios, Acción

Muchos de vosotros conoceréis el programa de radio Game Over, “el primer programa satírico sobre videojuegos”. Pues bien, debemos dar las gracias de que hoy os vaya a hablar de ActRaiser a Saeba y su sección “Los juegos de Maese Saeba”. Una sección dedicada a aquellos juegos clásicos, unos conocidos y otros no tan conocidos, que le dejaron marcado. Al escucharlo me sentí atraído por su mecánica de juego y su banda sonora y así fue como decidí escribir este artículo.

ActRaiser o Akutoreizã, en Japón, es un juego desarrollado por Quintet y distribuido por Enix, vió la luz en 1990, 1991 y 1992 en Japón, Norte América y Europa respectivamente. Aunque ahora lo podamos encontrar disponible para plataformas móviles y la consola virtual de Wii, originalmente vio la luz para Super Nintendo.

Nos encontramos ante un juego que mezcla tanto el género de plataformas como el de estrategia jugando a ser dios, algo muy novedoso para la época.

El juego nos cuenta la historia de un ser divino, al que sólo conocemos por el Amo, en su lucha contra Tanzra, conocido también como el Maligno. Hace cientos de años el Amo fue derrotado en batalla por Tanzra y sus seis lugartenientes. El derrotado Amo se vio forzado a retirarse a su castillo celestial para curar sus heridas y así cayó en un profundo sueño durante el cual Tanzra aprovechó para dividir el mundo en seis territorios, uno para cada lugarteniente, y de esta manera volver a la gente hacía el lado oscuro del mal.

El angelito nos explica quién somos

Nosotros entramos en juego tomando el control de el Amo, a quién no vemos en todo el juego. En el momento en que han pasado todos estos años y despertamos recuperados de nuestras heridas. Al abrir los ojos descubrimos que hemos perdido todo nuestro poder a causa de que la gente ha dejado de creer en nosotros, el Amo.

A partir de aquí el juego empieza en un castillo celestial que nos sirve a modo de nave para poder movernos por el mundo. Tras examinar el mundo vemos que está divido en 6 regiones o ciudades que son Fillmore, Bloodpool, Northwall, Aitos, Kasandora y Marahna. Nuestra misión será liberar esas tierras del mal que las asola y devolver a la gente la fe en nosotros.

Para ello disponemos de la ayuda de un angelito y de una estatua animada de un valiente guerrero. El juego esta dividido en dos claras partes, una de simulación y otra de acción.

En el modo de simulación tomamos el control del angelito. Nuestra misión aquí es la de proteger y guiar a la civilización humana de cada ciudad hacía la prosperidad. Para lograrlo deberemos llevar a acabo acciones que incentiven este crecimiento de la población como lo son el planificar los caminos o calles que tendrá la ciudad y alrededor de los cuales ésta crecerá, usar los hechizos milagrosos (relámpago, lluvia, luz solar, viento y terremoto) en auxilio de los habitantes de las ciudades y escuchando las plegarias que éstos nos dedican. Las gentes de los pueblos, a veces, descubrirán nuevos conocimientos como, por ejemplo, un nuevo tipo de conreo, que nosotros podremos pasar a otras civilizaciones. También deberemos protegerlas de los monstruos voladores que rondan por las cercanías e intentan destruir las casas, los campos de cultivo o a los mismo habitantes. Para ello nuestro ángel dispone de un arco con el que liquidar a estas odiosas criaturas.

El mapa del mundo con 6 sus regiones

Estos monstruos aparecen en unas guaridas repartidas por la zona de la ciudad que deben de ser selladas por los propios habitantes conduciéndolos, por los caminos que creamos, hasta la mismísima guarida, de no ser así los monstruos no paran de aparecer. Una vez que todas las guaridas han sido selladas la población empezará a construir los edificios más avanzados posibles aumentando de esta forma el número de habitantes total de la región. Al aumentar la población subimos de nivel obteniendo más puntos de vida y más maná para poder seguir obrando milagros. Para poder conseguir el máximo número de habitantes posibles deberemos ser un poco malignos ya que hacia el final del juego deberemos regresar a todos los pueblos y causar terremotos, de esta manera conseguiremos que los edificios más “viejos” se caigan y que en su lugar los habitantes construyan edificios más “modernos” (de más nivel), pudiendo, de esta manera, albergar a más gente.

Esta es la pantalla de estrategia en la que debemos controlar a la gente y el desarrollo del pueblo

Cada región o ciudad tiene dos secuencias de plataformas, una antes de empezar el modo simulación y otro cuando se han cerrado todas las guaridas de los monstruos. En este modo de acción tomamos el control de una estatua imbuida con el poder del amo. Es un modo plataformero al uso en el que cada nivel está divido en 3 o 4 secciones y en la última de éstas nos encontramos al jefe final. Para llegar al jefe deberemos abrirnos paso entre los enemigos matándolos con nuestra espada o usando hechizos especiales que nos proporcionan los habitantes de las ciudades. El uso de la espada es bastante limitado ya que solo podemos atacar hacia delante o hacia atrás y lo mismo estando agachados, en cuanto a los hechizos, a medida que vamos avanzando en la historia vamos descubriéndolos. Antes de iniciar un nivel deberemos escoger con que hechizo nos vamos a la batalla ya que solo podremos usar un tipo de hechizo.

Nuestra heroica estatua luchando contra un centauro.

Al llegar al último nivel y antes de poder enfrentarnos al demonio Tanzra deberemos luchar de forma maratoniana contra todos sus generales a los cuáles ya habremos derrotado anteriormente.

En la batalla final cada cabeza corresponde a un general demoníaco al que deberemos derrotar individualmente uno tras otro

De todas maneras, lo que mas destaca del juego son las claras referencias a las creencias cristianas, religión monoteísta que solo cree en un dios. En el texto japonés de la precuela, ActRaiser 2, el nombre original del protagonista no es el Amo, sino Dios y el antagonista es conocido como Satanás. Como muchos sabrán Nintendo tiene su “Seal of Approval”, sello que asegura que sus juegos cumplen con su rígida política de evitar los juegos de contenido ofensivo y dentro de esta política se encontraba la categoría de que no podía aparecer ningún juego que hablara de cualquier tema o diálogo religioso. Por eso se cambió en nombre de Dios por Amo y Satanás por Tanzra. Los aspectos que también nos hacen darnos cuenta de en que se ha basado el juego son el querubín que te ayuda, el hecho de obrar milagros y que la gente de los pueblos nos reza y nos dirige sus plegarias para que les ayudemos.

Los jefes del juego también están basados en religiones y mitologías existentes como la griega o el hinduismo. Otro concepto de religión aparece al final del juego cuando el “amo” se da cuenta de que las iglesias del mundo se han vaciado y que las personas han perdido su concepto de la fe y la necesidad de tener una deidad ahora que se les ha liberado de todo mal. Por fuerte que parezca este final no se aleja nada de la realidad, si nos pusiéramos a pensar, veríamos que siempre ha sucedido lo mismo.

Otro aspecto a destacar es la colosal y reconocida banda sonora de Act Raiser. Esta fue compuesta Yuzo Koshiro, al que reconoceréis por ser el compositor de juegos como Shenmue o Streets of Rage. La banda sonora ha sido lanzada varias veces al mercado. Ésta se publicó en Japón el 25 de Enero 1991 en formato de un solo disco y más tarde, el 21 de Septiembre de ese mismo año volvió a aparecer una versión arreglada y más corta bajo el título Symphonic Suite from ActRaiser. También cabe decir que en 2004, una mezcla de la música del juego, arreglada por el mismisimo Yuzo Koshiro, fue interpretada en vivo en el segundo Symphonische Spielemusikkonzerte (concierto sinfónico de música de videojuegos) en Leipzig, Alemania.

Imagen de la Symphonische Spielemusikkonzerte

Como era común en la época,  aparte del idioma y los nombres de los personajes, existen varias diferencias entre las versiones japonesa y la europea/americana:

• La tipografía del logotipo es mucho más estilizada en japones y no tiene la “R” mayúscula.

• En la versión japonesa las secciones de acción son mucho más difíciles. En la versión europea/americana, al completar el juego, se desbloquea el modo profesional que equivale a la misma dificultad que la de la versión japonesa.

• En las versiones europea y americana el tiempo fluye más rápido en el modo simulación, acortando substancialmente el tiempo necesario para completar un poblado y, por lo tanto, reduciendo el número de enemigos que aparecen.

Curiosamente, ActRaiser es un de los pocos juegos que se portaron al sistema Nintendo Super System, una máquina arcade con el mismo hardware que la Super Nintendo pero con la diferencia de que disponía de un menú en el que si te quedaban créditos podías seleccionar y cambiar de juego. En esta versión sólo se podía jugar al modo acción en la dificultad profesional con algunas diferencies como, por ejemplo, que al tocar los pinchos el personaje moría directamente, a diferencia de la versión de sobremesa en la que éstos sólo restan salud a nuestro héroe.

La desconocida máquina recreativa Nintendo Super System

En 2004 Square Enix lanzó una adaptación de ActRaiser para plataformas móviles en la que sólo aparecían los tres primeros niveles del modo acción. Desde 2007 podemos encontrar el juego disponible en la Virtual Console de Wii.

ActRaiser tuvo una buena acogida por parte del público llegándose a vender unas 620.000 copias en todo el mundo. El juego fue premiado en 1993 en la categría de mejor música por la revista Electronic Gaming Monthly. En 2003 se incluyó en la lista de los mejores juegos de todos los tiempos según GameSpot y la revista Nintendo Power lo situó en la posición 150 de entre los 200 mejores juegos de Nintendo.

Espero que leyendo este artículo os hayan entrado ganas de probar ActRaiser, como a mi me las dio escuchar a maese Saeba. Lo que más me intrigó fue el modo dios, ya que las plataformas estaban muy vistas, pero un modo de estrategia como el de ActRaiser nunca me lo hubiera podido imaginar. Así que todo el que pueda tiene como suma obligación el jugarlo.