Future Wars: Time Travellers

Título : Future Wars: Time Travellers
Año : 1989
Desarrolladora : Delphine Software
Plataforma : Pc, Amiga, Atari ST, NEC PC-9801, Sharp X68000
Género : Aventura gráfica

¿Quién no ha querido viajar en el tiempo? ¿Quién no ha querido visitar mundos extraños y poder escapar de la rutina del día a día? Pues el protagonista de esta aventura lo logró. Vamos a ver como lo hizo.

De la mano de Delphine Software en 1989, apareció Future Wars, la primera aventura gráfica de la compañía que vio la luz en Amiga, PC, Atari ST, NEC PC-9801 y Sharp X68000. Dependiendo de la región en la que apareció, el juego recibió varios nombres: en Europa con el nombre Future Wars: Time Travellers, en Norteamérica como Future Wars: Adventures in Time y en Francia se le conoció como Les Voyageurs du Temps: La Menace. Future Wars fue ideado para ser el primero de una serie de videojuegos, aunque finalmente la idea fue desestimada.

Subámonos en un OVNI y vayamos a investigar nuevos tiempos y extraños mundos.

Nos encontramos en un futuro en el que la división de clases viene dada por la genética de uno mismo, así que desde su nacimiento, las personas ya son catalogadas. Empezamos la aventura limpiando los cristales de un rascacielos. Nuestro protagonista siempre ha querido viajar a las estrellas, pero por genética, eso no corresponde a la gente de su clase, aunque por casualidades de la vida, acaba encontrando un misterioso aparato que lo transporta a la era medieval.

Explorando un poco, nuestro “protagonista” (el juego se refiere a él, simplemente, como “héroe”) descubrirá una serie de anacronismos, como que una orden de monjes está usando una tecnología muy avanzada para los tiempos en los que se encuentran. Poco después, se cruzará con dos viajeros del tiempo que le explican que en el futuro, una raza alienígena está plantando bombas en las diferentes eras de la raza humana. Así pues, sin ningún modo de volver a casa, nuestro héroe decide ayudar a estos viajeros y, aunque suene habitual, salvar el futuro de la humanidad.

¿Quién podría imaginarse que nuestro protagonista, friega que te friega, encontraría un extraño artilugio que le permitiría viajar a través del tiempo?

No podemos dejar pasar el hecho de que el juego usa el sistema Cinematique, desde un punto de vista más técnico, este motor se podría colocar entre los sistemas SCI0 y SCI1 de Sierra, el cual hace que el cursor sea sensible al contexto, cambiando las acciones disponibles. Esto significa que al seleccionar objetos distintos, no siempre nos saldrán las mismas opciones para interactuar con ellos, ya que por ejemplo, no podemos abrir un conejo, pero si acariciarlo. Se trata de una aventura que se puede manejar completamente con el ratón, característica que lo hace apetecible para todos. El único punto negativo que se le puede atribuir a la mecánica de Future Wars.

Algunos puzzles son verdaderamente desquiciantes. Unos porque no acabas de descubrir que se ha de hacer, otros porque se han de resolver lo más rápidamente posible o, por último, los puzzles en los que necesitas objetos para resolverlos. Es muy recomendable ir guardando la partida a cada poco, ya que podemos dejarnos algún objeto clave por el camino y no habrá opción de volver atrás a recuperarlo. Por no hablar de la cantidad de muertes que podemos sufrir.

En el aspecto gráfico nos encontramos con Eric Chahi, quien ya había colaborado en Another World. Su mano se puede ver en esos fondos naranjas al ponerse el sol, esas gigantescas naves espaciales con un muy buen uso de las siluetas, y sobretodo, en esos láseres desintegrándose de esa manera tan característica.

Los fondos e iluminación son colosales.

Aunque Future Wars: Time Travellers no destaque en muchos de sus aspectos, es remarcable el hecho de que fue el primer juego de Delphine Software en usar el motor Cinematique. También fue la primera aventura gráfica de la compañía y sirvió para que ésta se armara de valor y lanzase dos más: Operation Stealth y Cruise for a Corpse. Así que ya sabéis, si os encontráis un extraño aparato en el suelo después de limpiar los cristales de casa, no dudéis y recogedlo, quien sabe que a qué aventuras os puede transportar.