Streets of Rage

Titulo : Streets of Rage
Año : 1991
Desarrolladora : AM7
Plataforma : Mega Drive
Género : Beat ‘em up

Mega Drive fue la consola de los árcades, si Super Nintendo fue alabada por la cantidad de J-RPG que tuvo, la consola de SEGA nos ofreció acción a raudales. Desde shoot em up, pasando por run and shoot y acabando por beat ‘em up, tuvimos grandes juegos que nos hicieron desgastar los botones del mando.

Y es que pese  que no era exactamente como tener la recreativa en casa, como rezaba la publicidad, la verdad es que conto con grandes conversiones de los grandes árcades de SEGA. En algunos casos los llegaron a superar e incluso la empresa del erizo azul nos regalo con algún título inédito que llegamos a envidiar los poseedores de una Super Nintendo.

Uno de esos títulos fue el mítico Street of Rage. Este magnífico titulo nos permitió tener un betaemup que nada tenía que envidiar a los grandes del género. Pese que nació como un rival directo de Final Fight ,que aunque no llego a igualar, al menos técnicamente pues ese honor lo tendría Streets of Rage 2, SEGA supo darle su propia personalidad, destacando por encima de muchos otros.

Con su argumento, el juego deja claro que el juego quiere marcar su propio estilo. En un año sin determinar y en una ciudad la cual no se nos dice el nombre, el crimen campa a sus anchas. Un gran capo criminal ha sido capaz de reunir a todos los bandidos, macarras y delincuentes bajo su mando, además de comprar a todos los grandes cargos de la policía.

Lo que antes era una tranquila ciudad, se ha convertido en un hervidero de criminales. Tres policías, hartos de que sus superiores no hagan nada por evitarlo, deciden dejar su puesto y repartir justicia por ellos mismos. Solo disponen de sus puños como armas, pero si ellos no hacen nada, nadie lo hará.

Tres expolicias limpiaran la ciudad del crimen que azota

Como podemos ver, el juego se aleja del típico canon de rescatar a familiar, amigo o novia. En esta ocasión los tres protagonistas actúan por motivos mas heroicos altruistas, eliminar la delincuencia de la ciudad. Algo parecido a Golden Axe, donde los protagonistas luchaban por derrocar a Death Adder y liberar a su pueblo del tirano. Y es que este juego, curiosamente, bebía mas de Golden Axe que de Final Fight, al menos jugablemente hablando.

Al igual que el anterior titulo de SEGA, teníamos dos hombre y una mujer para elegir. Cada uno tenía sus características, Adam era el más fuerte pero el más lento, Axel era el más equilibrado y Blaze la más rápida pero más débil. Otras de las cosas que se repetían de Golden Axe, era el ataque especial. Lógicamente no era nada mágico, pues el juego intenta ser realista, en esta ocasión nos ayudaba un amigo policía. SI apretábamos el botón correspondiente, aparecía un coche de policía y por la ventanilla se asomaba un policía con un bazuca, que dispara a nuestros enemigos.

Como podéis imaginar, este ataque estaba muy limitado, apenas solo podíamos usarlo un par de veces por vida, así que nos tocaba confiar en nuestros puños. Por suerte nuestros héroes era expertos en artes marciales, repartiendo tortas a diestros siniestro. Y es que si por algo destacaba este juego era por la cantidad de ataques que tenían los protagonista. Aquí no valía golpear a lo loco, teníamos que actuar con cabeza y golpear cuando tocaba.

Dar puñetazos a los loco suponía morir en pocos minutos. Pueden que la mayoría d enemigos no sepan más que dar de puñetazos, pero lo hacían con mucha mala leche. Además de que venían en grupo numerosos, tranquilamente podíamos encontrarnos contra cuatro o cinco punkis dispuestos a darnos la paliza de nuestra vida. Ser rodeado, si no seguíamos una estrategia,  puede suponer perder una vida tras otra. Por suerte, podíamos contar con la ayuda de un amigo.

Los personajes tenían una gran cantidad de movimientos

SEGA conscientes de que este título son realmente divertidos en compañía, se esmero porque se pudiera jugar a dobles. Y ralamente, el juego gana mucho a dobles, y es que en todo momento el juego sigue siendo equilibrado, siendo todo un desafío incluso a dobles. Al contrario que otros juegos del genero, donde a dobles se vuelve más fácil, aquí no. Por ejemplo, los enemigos finales se multiplican por dos, en lugar de salir uno salen dos iguales.

Algo que rompe la coherencia del título, pero hace que sea más divertido. Aquí no nos podemos cebar los dos contra el enemigo de turno, cada uno tiene su propio enemigo a batir. Sin duda un detalle curioso que anima a jugar a doble y demuestra que el juego sabe  adaptarse al jugador en todo momento.

Incluso para animar a los jugadores se animaran a una partida a doble, teníamos dos finales. El jefe de la mafia nos ofrecía ser su guardaespaldas, si uno de los dos decía que si, el juego acababa mal. El jugador que había dicho que si, acababa con el señor del crimen y se ponía en su lugar. Si los dos decían que si, se abría una trampilla y se tenía que repetir los tres ultimos niveles. Si decían que no, se enfrentaban  contra el enemigo final y limpiaban la ciudad del crimen.

Y es que con este título, SEGA quiso asegurarse que el jugador se divirtiera en todo momento. Pulió cada detalle para ofrecer un juego robusto, que ofreciera acción a raudales y ni un momento de respiro. Y lo consiguió con creces. Puede que Streets of Rage no estuviera a la altura de los mejores representantes del genero, la verdad es que solo estaba un escalón por debajo, pero jugablemente les podía hablar de tu a tu.

Aunque lo parezca, no son las hermanas malvadas de Blaze

El control es excelente, con una gran cantidad de movimientos. Escenarios variados, que siguen los cañones del genero, con los típicos barrios marginales, fabricas e incluso una playa. Gráficos correctos aunque hay que reconocer que los personajes pueden ser algo pequeños. Donde realmente este juego destacaba en su música, Yuzo Koshiro exprimió al máximo el chip de sonido de la consola, con una destacable banda sonora  que la verdad, fue de lo mejorcito del catalogo de Mega Drive.

Streets of Rage fue superado con creces por su secuela, pero fue el inicio de una saga mítica en los 16 bits. Una saga que incluso los aficionados de la recreativas llegaron a mirar con buenos ojos y eso que tenían juegos de la talla de Final Fight. Reconozcámoslo, mientras en Super Nintendo tuvimos una conversión justita del título de Capcom , en Mega Drive se podía disfrutar de unos juegos que estaban a la altura de los mas grandes. Puede que Streets of Rage nunca pisara unos recreativos, pero se merece estar en el Olimpo de los beat ‘em up.

Si después de este articulo, os habéis quedado con ganas de mas, os aconsejo el podcast que hicieron los compadres de Retroscroll. Un especial donde desgranan Streets of Rage punto por punto y que ningún fan puede perderse. Y si todavía os quedáis con ganas de mas, también teneis el de Rejugando. Como podéis ver, este juego marco a toda una generación.