Final Fantasy VI

Título : Final Fantasy VI
Año : 1994
Desarrolladora : Squaresoft
Plataforma : Super Nintendo
Género :  Rol

Existen ocasiones en que las empresas o mejor dicho las personas, pues no olvidemos que las empresas las forman personas y todas ellas son igual de importantes desde el diseñador hasta el programador que solo hace los movimientos de los protagonistas, parecen estar en un estado de gracia.

Una época donde cada producto que sacan mejora el anterior y parecen desbordar creatividad por todos los lados. No se sabe porque es, quizás por el ambiente en el que trabajan, porque se encuentran junto a personas con la misma visión creativa o simplemente, porque es una época de la vida. Sin duda, Squaresoft vivió esa época dorada en los dieciséis bits. Durante esos años nos brindaron títulos de calidad superior como fueron Final Fantasy IV, Chrono Trigger o el juego del que os hablare hoy, Final Fantasy VI.

Considerado uno de los mejores de la saga, esta entrega nos ofreció personajes profundos, jugabilidad variada y lo más importante, un guion que se alejaba de los cristales elementales, algo que solo había sucedido en Final Fantasy II , en el resto de entregas los cuatro cristales eran una parte vital en la trama. En la sexta entrega, al igual que la segunda, todo giraba alrededor de un imperio que quería conquistar el mundo, aunque para ello tuviese que hacer uso de un poder que pudiese destruir el mismísimo planeta.

Al principio seremos una chica con amnesia que esconde mas de lo que parece

Según se nos explicaba en el prologo, hacia mas de mil años la humanidad entro en guerra con los espers, unos seres semidivinos que podían utilizar la magia a su antojo. Después de centenares de bajas por un bando y el otro, los espers decidieron exiliarse dejando la tierra que los vio nacer, desapareciendo de esta manera toda clase de magia en el mundo. Esta cruenta guerra se conoció como la Guerra de los Magi.

En la actualidad, el emperador Gestahl desea conquistar el mundo y subyugar todas las naciones bajo su bandera. Para ello no duda en utilizar cualquier arma posible, así que se empeña en buscar a los míticos espers, pues ellos le concederán el poder de la magia. Algo que parecía casi imposible, pues no quedan ningún registro sobre ellos ni nadie que pueda utilizar su magia. A excepción de la misteriosa Terra, una muchacha que parece haber nacido con el poder de la magia en sus venas.

Así empezaba el gran guion de esta entrega, que poco a poco se iba complicando hasta estructurar un gran argumento que nos hacia estar enganchados en la pantalla y eso era gracias a sus protagonistas. La saga Final Fantasy siempre se ha caracterizado por tener protagonistas carismáticos, pero es que ninguno de los catorce personajes jugables sobra y casi todos tienen un papel activo, exceptuando algún caso de personaje secreto que debemos desbloquear.

El juego consigue que nos encariñemos de los personajes gracias se nos obliga a jugar con cada uno de ellos en algún momento de la historia. Y lejos de ser algo pesado o aburrido, es uno de los grandes aciertos del título.  Todos los personajes están muy bien definidos, teniendo carácter y habilidades únicas, haciendo de esta manera que jugar con todos sea divertido.

El plantel de personajes es grande y muy variado

Al contrario que otros juegos de rol japoneses, donde podemos hacernos un grupo y pasar del resto, aquí tenemos que usar todos los personajes si o si. De esta forma podremos ver la aventura desde varios puntos de vista, ver qué ocurre con cada personaje y tener todos equilibrados. Evitando cosas como Final Fantasy VII, que se te imponía cierto personaje en cierto punto del juego, resultando que era bajo de nivel ni tenía un buen equipo. Gracias a los ingeniosos giros de guion, en todo momento el equipo estará rotando.

Esta genialidad, además de hacer un guion más ameno, hace que la jugabilidad este cambiando en todo momento. No es lo mismo llevar un mago, que un guerrero que un espadachín o un ladrón, además de que estos cambios están situados en el momento justo. Cuando empecemos a cansarnos o a tener por la mano a los personajes que controlemos, un giro de guion nos hará cambiar de personajes. Por supuesto todo bien explicado y dentro de la lógica de la trama, en ningún momento habrá un cambio brusco porque si.

Lógicamente, si los personajes fueran sosos y aburridos, por mucho cambio que hubiera, acabaríamos hartos de ellos. Final Fantasy VI tienen unos personajes construidos de manera excelente, todos y cada uno de ellos tienen un trasfondo y un porqué de cómo se comportan como se comportan. A las pocas horas de jugar, sabremos como actúa cada personaje y podremos, como mínimo, intuir porque actúan como actúan.

Algo nada fácil, pues hemos de contar que todo era a base de diálogos y animaciones bastante básicas, el hardware no permitía grandes animaciones ni existían los videos renderizados que habrían en entregas posteriores. Squaresoft en todo un ejemplo de maestría, conseguía que nos encariñásemos con unos personajes que eran apenas un puñado de pixels y poco más.  Demostrando que una buena historia, junto a unos diálogos bien construidos y  piezas musicales que rozan la perfección, puede involucrarnos mucho más que unos buenos gráficos y un buen doblaje.

Solo a través de diálogos y música, nos adentramos en la historia

Porque ese es otro punto a alabar del título, Final Fantasy VI  no solo destacaba en cuanto a guion. Nobuo Uematsu dejo para la posteridad sus mejores composiciones en este título, destacando la opera Maria and Draco que constaba de cuatro partes y que sin duda la más recordada es Aria di Mezzo Carattere. En una consola de 16 bits pudimos disfrutar de una ópera que nada tenía que envidiar a las que se estudia en un conservatorio, contando con la dificultad de que la consola solo podía reproducir música no voces. Uematsu, en todo un alarde de genialidad, consiguió combinar las notas para que pareciese que los protagonistas cantaran.

Es más, esta obra gusto tanto, que años más tarde se arreglo para convertirla en una ópera real, tocada con orquesta y cantada por cantantes de ópera. Convirtiéndose en un clásico de los conciertos conmemorativos de la saga como podemos ver en el siguiente video.

http://www.youtube.com/watch?v=B7HqY8nM9cU

Gráficamente el juego no llega a la excelencia del resto de apartado, pero era de lo mejorcito que podíamos encontrar en la época. Es cierto que esta parte es la que peor ha envejecido, siendo menos espectacular que juegos de otros géneros para la misma consola, pero dentro de su género pocas veces se ha visto algo así en Super Nintendo. Un mapa gigantesco, efectos especiales apabullantes y unos gráficos muy coloridos, en este sentido solo es superado por juegos como Chrono Trigger, que también es otra joya atemporal.

Con todo lo que os explicado hasta ahora, ya le valdría a Final Fantasy VI para coronarse como uno de los mejores juegos de Super Nintendo y uno de los mejores de su saga, pero es que todavía hay más. Squaresoft no contenta con ofrecernos con un juego que atraía tanto por su guion como por sus gráficos y su música, nos ofreció una jugablidad perfecta. En este apartado, no innovo tanto como en los otros, pero llego a refinar la formula de los Final Fantasy dejándola en un estado de cuasi perfección.

Realmente innovaba muy poco, pero resolvía esos pequeños defectos que la saga iba ido arrastrando desde sus inicios y aumentaba las virtudes de manera exponencial. Los combates no son ni demasiado abundantes ni se hacen para nada aburridos, en todo momento sabemos el camino a seguir, no nos encontramos con una pared de dificultad inaccesible y los personajes, como he indicado antes, combinan a la perfección entre ellos. Realmente durante la primera mitad del juego, este nos guía de la mano para que vayamos aprendiendo poco a poco a jugar y de repente, soltarnos a nuestro pleno albedrio.

Algunos jefes finales son sencillamente espectaculares

Esa es otra de las genialidades del título, una vez pensamos que esta todo el pescado vendido, el juego nos da un bofetón y cambia de repente. En un ingenioso giro de guion, el antagonista principal provoca un cataclismo, cosa que provocara terribles consecuencias. Todos nuestros personajes son desperdigados por el mapa, el mundo cambiara totalmente pasando de estar formado por varios contenientes a unas cuantas islas desperdigadas por el mundo y el argumento cambiara a uno más pesimista. Justo cuando parecía que vamos a finalizar el titulo y a resolver la situación, todo se desmorona como un castillo de naipes.

A partir de ese momento y después de reunir a los cuatro personajes que tenemos que reunir por exigencias de guion, el juego nos deja a nosotros escoger. Podemos ir directamente contra el villano, volver a reunir todo el equipo y de paso descubrir cosas de su pasado o directamente investigar el mapa. Eso sí, a la antigua usanza, el juego solo nos señala donde está la ultima mazmorra, el resto hemos de investigarlo nosotros mismos.

De esta manera, después de hacernos adentrar en la historia y coger cariño a los personajes, nos deja tomar la decisión, pues en realidad la historia principal esta toda contada, solo falta la batalla final. Somos nosotros si decidimos que luchen todos los personajes o solo unos cuantos. Lo curioso del asunto, es que nos hemos encariñado tanto con los personajes que nos veremos con la obligación moral de volver a reunir a todo el equipo.

Nada mas empezar, el juego nos muestra un intro con Modo 7

Lejos de lo que pueda parecer, esta parte no es nada pesada. Las diferentes mazmorras son muy variadas y diferentes entre sí, siendo incluso las más divertidas del todo el juego. La primera mitad del juego es la más interesante a nivel argumental pero la segunda es la más divertida a nivel jugable, dando como resultado un juego bien compensado. Cosa que se agradece y hace todavía mas grande este título, pues realmente podía acabar donde lo hace la primera parte y tendríamos un gran juego digno de ser comentado aquí, pero esta segunda parte es la que hace que el titulo acabe siendo redondo del todo.

Si nunca habéis probado un Final Fantasy, sin duda esta es una entrega más que recomendable para empezar, pues esta entrega condensa todo lo que hizo grande a la saga y la hizo merecedora de estar en el Olimpo de las grandes sagas de videojuegos. Aunque entregas posteriores no desmerecen en absoluto,  se nota que Squaresoft estaba en esa época de gracia al crear este título. Estamos, sin ningún tipo de dudas, ante uno de los mejores juegos de Super Nintendo.

Ya sea en la versión primigenia para Super Nintendo o las conversiones para PlayStation o Game Boy Advance, esta ultima mejor que la de la consola de Sony, pues adolece de las lentas cargas del CD-Rom, y añade nuevas mazmorras, Final Fantasy  VI es uno de esos títulos que todo jugador ha de probar como mínimo una vez en su vida, pues este juego demuestra que los juegos pueden ser puro arte. Aunque sea solo por su música.