Título : Freddy Hardest
Año : 1987
Desarrolladora : Dinamic Software
Plataforma : Amstrad CPC, ZX Spectrum, MSX, Commodore 64, PC
Género : Aventura
Los españoles siempre hemos tenido un sentido del humor particular. Nunca he sabido si por el complejo de inferioridad que parecemos sufrir, totalmente infundado y sin ningún tipo de sentido, o por otros motivos, pero siempre hemos sabido reírnos de nosotros mismos. Siempre hemos sido del humor socarrón, riéndonos de nuestros estereotipos, políticos o cualquier cosa que nos pase. Siempre tomándonos todo a guasa.
Así que no es de extrañar, que en los ochenta, uno de los mayores héroes de videojuegos patrios fuera Freddy Hardest, un playboy juerguista, ligón y sinvergüenza.
La única meta en la vida de Freddy Hardest era pasarse el día de juerga, ligar con las mujeres más bellas de la galaxia y coger cogorzas monumentales, cosa que podía permitirse gracias a la fortuna que había heredado de sus padres. En pocas palabras, Freddy solo vivía para la fiesta, el lujo y los excesos. No me estoy inventando nada de esto, en el propio manual de juego se nos explicaba que Freddy llevaba una vida disoluta y llena de excesos de todo tipo.
Es más, en una de sus borracheras, Freddy se estrella contra el planeta Keldar mientras conduce su nave espacial. Milagrosamente sobrevive al accidente, pero cuando sale a gatas de la nave estrellada, se da cuenta que el planeta está dominado por la organización terrorista Kaldar. Freddy, que ante todo es un héroe y miembro del Servicio de Contraespionaje de la Agencia SPEA de la confederación Sideral de Planetas Libres, tendrá que eliminar al enemigo a la vez que intenta salir del planeta con vida. Kaldar sabe que Freddy es un peligroso enemigo e intentara eliminarlo a toda costa.
Ese era el argumento del juego protagonizado por Freddy. Puede parecer una locura, pero así se nos explicaba en las instrucciones del juego, incluso al iniciar una nueva partida, veíamos la nave de Freddy Hardest estrellándose contra el planeta. Como la mayoría de argumentos de la época, este era una mera excusa para ponernos en faena, pero como es España somos así, a se le intento un toque de humor al asunto. El juego podía a haber funcionado con el típico héroe prototípico, de hecho si no leemos el manual no tenemos ni idea de que Freddy sea un juerguista y un borrachín, pero se agradece este toque tan cañí.
Detrás del estrambótico argumento, nos encontramos un juego en dos cargas, como era habitual en varios juegos de la época. Las dos cargas eran casi dos juegos independientes entre sí, pero para jugar a la segunda parte era necesario pasarse la primera, pues al finalizar nos daban un código que nos pedía la segunda carga. Eso o que alguien nos chivara el código mágico. Para todo aquel que nunca haya jugado a un juego de dos cargas, explicare brevemente el sistema. En la época, muchos juegos iban en cinta y algunos sistemas no podían cargar todo el juego de golpe por falta de memoria, por ello cada cara de la cinta contenía una parte. Según qué cara de la cinta cargáramos, jugábamos a la primera o a la segunda parte, además si cargábamos la segunda parte, se nos pedía el código, esto se hacía básicamente para que nadie empezara la segunda sin pasar la primera.
Curiosamente, pese a que otros sistemas sí que podían cargar todo el juego de golpe debido a que iba en disco, se conservo la división del juego en dos partes. En estos sistemas al cargar el titulo se nos pedía que parte queríamos indicar y si escogíamos la segunda, teníamos que poner el dichoso código. Se conservo la división en dos partes debido a que en la época se hacían conversiones rápidas de un sistema a otro, pues el juego debía salir a la venta en la misma fecha para todas las plataformas posibles. Así que era más fácil mantener el mismo código y cambiar gráficos según sistema.
Como he comentado antes, cada parte se podría considerar un juego en sí mismo, aunque lógicamente el protagonista es el mismo y tiene casi las mismas habilidades en las dos partes. La primera es básicamente un arcade de scroll lateral donde tenemos que esquivar obstáculos y acabar con los enemigos, para ello tenemos nuestros puños y una pistola de rayos que podremos disparar a izquierda o derecha. Nuestro objetivo será llegar a la base de Kaldar, así de sencillo. De hecho, esta es la parte más básica de las dos, solamente tendremos que ir de izquierda derecha, disparando a los enemigos y saltando obstáculos, podemos usar nuestros puños pero es casi un suicidio.
Puede parecer tarea fácil pero nada más lejos de la verdad, no hay que olvidar que es un árcade español de los 80. Estos juegos no eran conocidos por ser fáciles, si no todo lo contrario, a la que nos descuidemos, la pantalla se llenara de enemigos. Nos atacaran por todos los frentes posibles, izquierda, derecha y desde arriba, tendremos que usar todo nuestros reflejos o sucumbiremos en pocos segundos y es que aquí no hay nada de barras de vida. Un golpe, una vida menos. Por fortuna el control responde bien y si somos habilidosos, podremos pasar esta parte sin muchos problemas, aunque las primeras veces es cierto que podremos acabar tirándonos de los pelos, sobre todo si no estamos acostumbrados a este tipo de juegos.
Si conseguimos llegar a la base, accederemos a la segunda carga y de paso conseguiremos el código que nos permitirá acceder a la primera. Si jugamos a un sistema con cinta, tendremos que cargar la otra cara, si es en disco, el juego se reiniciará solo y nos tocara elegir la segunda parte. Al introducir el código, nos encontraremos con un juego muy diferente, el control será igual pero en lugar de encontrarnos con un fondo espacial estaremos dentro de una base espacial. Dentro de esta base, tendremos absoluta libertad, podremos ir donde nos plazca, ya sea izquierda, derecha, arriba o abajo. Y nuestra misión será totalmente diferente, robar una nave espacial a los enemigos. Para ello primero tendremos que buscar una batería, después conectar los sistemas y finalmente introducir la clave necesaria para encender la nave.
Lógicamente, pese a que tenemos que hacer las cosas en un orden concreto, la batería, el ordenador y la clave no estarán una al lado de la otra. Nos tocara investigar toda la base en busca de esos objetos y aquí es donde encontramos la mayor diferencia con la primera carga, en lugar de un árcade puro y duro, nos encontramos un juego donde prima mas la exploración. Aunque por supuesto, también nos tocara dar unos buenos palos, pues la base estará llena de enemigos que intentaran evitar que escapemos del planeta con vida, así que de nuevo tendremos que usar nuestra pistola y nuestros puños, esta vez con más precaución aun. La pistola tendrá varias cargas y si las utilizamos muy seguido se acabaran, teniendo que esperar varios segundos para volver a disparar. Por suerte, no habrá tantos enemigos como la parte anterior, no siendo tan desesperante. Aquí la dificultad está en encontrar los elementos que necesitamos, pues no hay ningún tipo de mapa que nos lo indique.
Aunque hoy en día puede chocar que el juego cambie tanto a la mitad, la verdad es que en la época era muy normal, sobre todo en juegos españoles. Cuando los juegos eran de dos cargas, las dos partes solían ser muy diferentes, a veces no casando una con la otra como era el caso de Mortadelo y Filemón II: Safari callejero programado por Animagic, donde una excusa banal hace cambiar el tipo de juego. Al menos en Freddy Hardest, el tipo de juego no cambia tanto y es incluso lógico, pues pasamos de la superficie del planeta a estar dentro de la base enemiga. Lo cierto es que variar el planteamiento se agradece, pues da al juego una bastante variedad evitando que se vuelva un juego de acción monótono y simplón.
Esta jugabilidad junto a un apartado gráfico impresionante, sobre todo en sus gráficos, hizo que Freddy Hardest se convirtiera en un clásico instantáneo de la época dorada del software español, siendo uno de los juegos más recordados de la época, dentro de nuestras fronteras. Y no es de extrañar, pues la verdad es que en cuestión de gráficos, incluso hoy en día sigue llamando la atención. El sprite de Freddy es grande y muy bien animado, no quedando a la zaga los enemigos, que aunque pocos variados están muy bien diseñados.
Esto lo podemos apreciar sobre todo en las versiones de Amstrad CPC y PC que son las mejores, siguiéndole a la zaga la de Commodore 64 con mejor colorido pero con personajes peor detallados. Finalmente las versiones de ZX Spectrum y MSX mantienen el tipo, ofreciéndonos buenos gráficos pero saliendo perdiendo la versión de MSX, pues como solía ser habitual en la época, era un simple port, sin aprovechar la potencia de la maquina. De todas maneras, hay que destacar que pese a que existieran versiones mejores que otras, ninguna de ella desmerece, siendo un gran juego en el sistema que fuera.
Este juego fue y es todo un clásico que traspaso fronteras, llegándose a vender en países como por ejemplo Inglaterra, hoy en día nos puede parecer algo normal que un juego salga en toda Europa, pero en los ochenta no era tan común. Los modos de distribución eran otros y cuando un juego español llegaba al potente mercado inglés, quería decir que ese juego tenía algo especial. No muchas empresas se arriesgaban a sacar un titulo en otro país si no veían claro el retorno de la inversión. De hecho, alcanzo tanta fama que Dinamic encargo una segunda parte a Iron Byte, llamado Freddy Hardest in South Manhattan. Por desgracia el titulo fue tan simplón, que ahí acabaron las aventuras de nuestro héroe patrio y es que esa segunda parte no llegaba a la altura de la primera.
Freddy Hardest es todo un ejemplo de cómo se vivía y se veía la industria en los ochenta en nuestro país. En una época en que no era tan fácil hacerse con juegos americanos y japoneses, la gente alimentaba sus microordenadores con material patrio. Este juego es un ejemplo de la calidad que llego a alcanzar nuestra industria en una época, que pese a que duro poco, dio muchos frutos. Si quieres saber porque es tan querida y famosa la época dorada del software español, debes jugar a este juego.
10 comentarios
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Que gran clasico. En su dia no lo tuve original, y me lo habian grabado pirata. Como me pasaron cada carga en una cinta distinta crecí creyendo que eran el freddy hardest 1 y 2, ya que así lo ponia en las cintas,y creia que eran juegos distintos. Hasta muchos años después no me enteré de que eran las dos cargas de un mismo juego, como ocurria con la may oria de dinamic de la epoca.
En el juego Toyland racing siempre me elegia a freddy!!
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No me extraña que te pasara eso. Si en la época no te lo dicen, para imaginar que eran dos cargas y mas si eras un niño.
Y si encima en las cintas pone Freddy hardest 1 y Freddy hardest 2, en lugar de Freddy hardest carga – 1 y Freddy hardest carga -2, para no liarse.
Y eso que Freddy Hardest tenia cierta logia y concordancia en sus dos partes. Imagínate que te pasa con Mortadelo y Filemón II: Safari callejero, que las dos partes no tienen nada que ver ni jugablemente ni argumentalmente.
La excusa para pasar de parte, es que el Super se cabrea con Mortadelo y cascarla.
Pero imagino que la segunda cara tendria una clave que te darian al final de la primera como en todos los juegos de dinamic, no? Eso es lo curioso, que a mi me lo pasaron sin tener que ponerle clave ni na. Estaría pokeao o algo…
¿Freddy Hardes 1 y 2 eran el mismo juego? Yo también pensé siempre que eran distintos, porque era completamente diferentes entre sí. Un gran juego sin duda, uno de estos que tuve en Spectrum en la época.
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Depende, Freddy Hardest y Freddy Hardest en Manhattan Sur eran dos juegos diferentes. Siendo el ultimo, la segunda parte.
Pero Freddy Hardest estaba en dividido en dos cargas, que si comprabas el juego original venían en la misma cinta o disquete. Si era en cinta, cada parte del juego estaba en una cara.
En disquete, las dos partes venían en la misma y tu escogías cual querías cargar, pulsando 1 o 2. Eso si, para jugar a la segunda necesitabas el código que te daban al jugar a la primera.
Lo que pasa que en la época, había mucho pirata listillo y te vendían cada parte por separado. Confundiendo a los chavales de la época, como paso a Sito.
Pues yo el juego lo tuve en la versión MSX gracias al recopilatorio «Lo Mejor de Dinamic». A parte del Freddy Hardest el pack lo componían Army Moves (jodido hijo de p…), Game Over (ese pezoncito), Phantis (aaaay Selena), Turbo Girl (a mí siempre me han gustado más las portadas de Luis Royo que las de Azpiri) y Fernando Martín Basket (motivo principal porqué me compré el pack en Centro Mail).
La verdad es que del juego no recuerdo mucho, gracias a tu genial artículo por refrescarme la memoria, lo que sí recuerdo era con 10-11 años las noches de los sábados esperando que cargase la cinta bien y contemplando aquella pantalla de carga con los cabezones de Freddy y de un alienígena.
La segunda parte no lo jugué, suerte la mía, pero creo recordar que no lo encargó, sino que aprovechó material de un juego hecho por Iron Byte y le casco el sprite de Freddy para tener más reclamo.
En fin, me has hecho esbozar una sonrisa recordando uno de los juegos que cargó mi MSX 🙂
Una abraçada!
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Muchas gracias. Si te he recordado tu infancia, ye me has alegrado el día, ese es uno de los objetivos de este blog.
En cuanto a la segunda parte, siempre hoy ese rumor pero no se si esta confirmado. Por eso he preferido no darlo como bueno, al no encontrar ninguna información veraz.
Aunque no me extrañaría, eso se hace hoy en día incluso en cine, donde se reciclan guiones para transformarlos en segundas partes.
¿Una pregunta? Supongo que en MSX era encinta ¿no?
En cinta? que ignorante eres! como se nota que no sabes nada! en españa se curraban tela los juegos de msx y éste estaba en cartucho!
jajaja. Por si no se ha notado, la respuesta era en tono ironico, eh? xddd
Sí, sí, era en cinta pero el de Sito era en tostadas de pan 😛
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Eh! Poca broma! En un podcast, escuche que al pobre Jaume Esteve, el autor de ocho quilates, casi se la meten doblada.
Cierta distribuidora española, le juro y perjuro que habían sacado juego encartucho para MSX.
Menos mal que Jaume es todo un profesional y consulto a grandes expertos como José Manuel Fernández “Spidey” para confirmarlo.
De hecho, fue el propio Spidey el que explicaba la anécdota en el podcast.