Worms

Titulo : Worms
Año : 1995
Desarrolladora : Team 17
Plataforma :  Amiga, Amiga CD32, Game Boy, Mega Drive, Atari Jaguar, Mac , PC, PlayStation, Sega Saturn, Super Nintendo
Género : Estrategia por turnos

¿Existe algo más divertido que liarse a zambombazos con un amigo? En Team 17 tenían claro que no, por eso nos obsequiaron en 1995 con este pequeño clásico llamado Worms, que realmente no era más que un Scorched Earth híper vitaminado.

Es realmente curioso pensar que, en un primer momento fue duro llevar este proyecto adelante. Andy Davidson, padre de estas locas lombrices, presento el prototipo, llamado, Total Wormage a un concurso de la revista Amiga Forma, no quedo como finalista.  Y la idea fue rechazada por multitud de distribuidoras. Solamente Team17 confió en la idea. Gracias a eso, pudimos pasar horas y horas de diversión.

Y es que el concepto es tan simple, que es imposible que no sea divertido. Dos grupos de lombrices, armadas hasta los dientes, están empeñadas en destruirse una a las otras. Sin ningún tipo de argumento. Y es que Andy Davidson, al crear el juego, tuvo todo el tiempo en la cabeza a Lemmings. De hecho, en las primeras versiones, eran estos personajillos los que se mataban entre sí, pero por problemas de licencia, se cambió a lombrices.

¡Que empiece la guerra!

Para aquel que no haya pasado ninguna tarde eliminando el equipo rival o haya sufrido en sus carnes todo un bombardeo, es fácil explicar cómo se juega. Cada jugador controla un equipo de cuatro lombrices, todas con las mismas características, solo cambia el nombre, totalmente personalizable, para que podamos distinguirlas. Por turnos, cada jugador debe eliminar al equipo rival, usando todo un arsenal, que incluye, uzi, bazooka, granadas y todo aquello que podáis imaginar. En cada turno, el jugador solo puede controlar una lombriz.

Como pelear a campo abierto haría que la batalla durase dos segundos, los mapas están llenos de recovecos, montículos y valles, estando las lombrices distribuidas de manera aleatoria, haciendo que sea difícil que dos lombrices rivales estén a tiro. Esto hace que pasemos gran parte del tiempo, colocando a nuestros soldados en sitios estratégicos, tendremos herramientas como el gancho que nos ayudarán, que hagan que sea difíciles de ser alcanzados por las balas enemigas a la vez que tenemos un buen ángulo de tiro.

Porque, como es lógico, no todas las armas actúan igual. No es lo mismo disparar un misil que una ametralladora que lanzar una granada. Tendremos que tener en cuenta el ángulo, el aire y la distancia. Si lanzamos con poca fuerza un cartucho de dinamita explotara en nuestros pies o alcanzara a un compañero. Afortunadamente, todo se controla de manera sencilla, con el teclado nos movemos, definimos ángulo y la fuerza con el que deseamos lanzar objetos. Cualquiera que haya jugado a Scorched Earth, pillara rápido el funcionamiento. Con el ratón, escogeremos que arma queremos usar en cada turno.

Muerte y destrucción

Mas, para que la batalla no acabe en menos que canta un gallo, las lombrices tienen una barra de vida. Según con que arma ataquemos, quitaremos más o menos vida, siendo una granada más efectiva que un simple tiroteo. Y es que solo podemos eliminar al enemigo de tres maneras. Reduciendo toda su barra de vida, lanzándolo fuera de la pantalla o haciendo que caiga al agua o lava.

Atacar a lo loco, hará que causemos más bajas entre nuestras filas que en las enemigas. Pues a pesar de lo divertido de los gráficos y que el juego anima al cachondeo, es un juego que requiere usar la cabeza y tener mente fría. Al fin al cabo, estamos ante un juego de estrategia. Sobre todo, cuando jugamos contra la máquina, pues esta es despiadada. Y es que como era de esperar, este juego realmente se disfruta junto a un amigo o varios, pues puede haber hasta cuatro equipos a la vez.

El modo campaña, donde vamos pasando una pantalla tras otra, sirve para matar el rato y entrenar, estando toda la esencia en el modo a dos jugadores, donde se van pasando el control de uno a otro, respetando los turnos. Este modo, ofrecerá tardes de diversión incluso pudiéndose organizar torneos entre varios jugadores, gracias a la posibilidad de crear múltiples equipos personalizables. Además de poder personalizar los escenarios con multitud de variables. Gracias a su sencillo de su planteamiento y a lo divertido que era, Worms se convirtió en un clásico instantáneo. Nadie que lo haya jugado con amigos, puede decir que se aburrió.

La versión Director’s Cut, mejoraba los gráficos

Gracias al éxito que tuvo en Amiga y PC, siendo las versiones primigenias, se hizo versiones para otros sistemas, como fueron PlayStation, Game Boy, Mega Drive, Atari Jaguar, Mac, Sega Saturn y Super Nintendo. Siendo todas las versiones, contando las limitaciones de cada sistema, grandes adaptaciones, aunque sin duda no llegaron al éxito que tuvo en PC y Amiga, por la idiosincrasia del tipo de jugador de ordenador, respecto al de consola.

Y como era costumbre en la época, se lanzó una expansión, llamada Worms Reinforcements, que añadía nuevas armas, escenarios y la posibilidad de jugar por red, que aunque era más cómodo, le quitaba algo de gracia al asunto. Esta expansión, se añadió en la compilación Worms & Reinforcements, donde venía juego original y expansión. Y en exclusiva para Amiga, Worms: The Director’s Cut, que usaba el chipset AGA, dotándole de mejores gráficos.

Apenas dos años después tuvimos, Worms 2, el inicio de una saga que llego a su esplendor con Worms Armageddon, pero poco a poco fue decayendo, haciendo que más de una vez uno se ponga a jugar a este título primigenio, que pese a ser el más flojo a nivel gráfico, es diversión en estado puro.

 

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